¿Qué es y para qué sirve?
El microblading y la micropigmentación son ideales para quienes buscan definir y mejorar sus rasgos faciales sin depender del maquillaje diario. A través de estas técnicas, se implantan pigmentos en la capa superficial de la piel para crear trazos que imitan el vello natural o para dar color y forma en zonas específicas, con resultados que pueden durar de uno a dos años. Estos procedimientos son perfectos para rellenar y dar forma a cejas, definir la línea de los ojos (eyeliner), y resaltar el color de los labios, proporcionando un aspecto siempre fresco y natural.